La actuación del viernes del alzireño Joan Marco, único representante valenciano en el campeonato de Europa de halterofilia sub-17, fue decepcionante. El ribereño, del que se esperaba que estuviera entre los diez primeros –tenía la décima mejor marca-, hizo hasta cinco levantamientos nulos. En la modalidad de arrancada empezó con un sencillo levantamiento de 112’5 kilos que consiguió sin mayores dificultades, pero con la segunda tanda llegó su calvario. Con un inicio espectacular de sus contrincantes, que alzaron a la primera 120 kilos, Marco se encontró bien y pasó a cargar 117’5 kilos, los cuales levantó hace unas semanas en el certamen nacional Antonio Climent de Gandia. Pero el viernes no pudo ser, ni siquiera en el último intento que “afronté desconcentrado”. Los 112’5 kilos le relegaban a una novena plaza aún aceptable. Sin embargo, en los dos tiempos llegó la debacle. Hasta tres nulos sobre 135 kilos lo descalificaron de la competición.
En los últimos meses compite con altibajos. “Es muy extraño”, comenta su entrenador, Julián Perea. “Es un atleta que se supera en las competiciones y da mucho más que en los entrenes”. Tras el título en el campeonato autonómico, en el de España junior no le fue bien por una lesión. Consiguió una medalla de plata (sobre tres posibles) cuando aspiraba al título. El trofeo Antonio Climent, donde se enfrentaba a levantadores de todas las categorías, fue un ligero respiro pero con el campeonato de España absoluto le llegó otro varapalo. Una enfermedad de última hora le impidió competir cuando aspiraba al subcampeonato de España absoluto.

Joan Marco participará en septiembre en el campeonato de Europa junior, donde tiene menos posibilidades de estar delante puesto que es una categoría mayor a la suya, “aunque no me importa la clasificación, sino mi progresión. Esto ha sido un bache que superaré”.